“A Simón el Bobito le gusta el
pescado y quiere volverse también pescador, y pasa las horas sentado, sentado,
pescando en el balde de mamá Leonor” Rafael Pombo.
Al pobre Rafael Pombo nunca se le
ocurriría que un Padre de la Patria estaría hoy como su personaje. Simón
Gaviria, “El Bobito” que no lee las cosas antes de firmarlas, él que se presta
como bobito útil de quiénes desean sacar adelante esta maravillosa reforma a la “justicia”
colombiana que per sé, ya tienes sus deformaciones.
Las leyes colombianas, sus
reformas, sus trilingües, los micos, y todos estos temas me causan estupor, puedo
decir que “me erizo” (como Amparito) de solo pensar en lo que sería si nos
dejáramos meter gato por liebre y no hiciéramos un alto en el camino y
sentáramos un precedente con este Congreso.
Creo que debemos aprovechar el
momento y hacer lo que más le conviene a Colombia, ¿es acaso el tiempo de
revisar la verdadera necesidad de un Congreso tan numeroso y bicameral? ¿Qué le
aportan los 102 senadores y 166 representantes a la cámara a nuestro país? Salarios
onerosos que no alcanzan para tanquear camionetas de lujo, conductores ebrios
exigiendo que la Policía de Tránsito sea despedida, niños que no aprendieron a
leer estando en la primaria, y si me pongo a revisar historia, la cosa empeora,
dineros calientes, lavado de dinero, amistades peligrosas, y no podría parar de
enumerar.
Hay que educar con el ejemplo,
hay que aplicar lo que se predica, hay que enseñar con el testimonio de vida y
eso es lo que nuestros queridísimos congresistas no hacen y por ese motivo hay
que ver que se hace con ellos, así que… EL PUEBLO HABLE Y DECIDA!!!!!