Hace pocos días publiqué en mi muro de facebook que ya yo estaba en 2012, y esa es la realidad, mis planes, mis pensamientos, proyectos, propuestas, cartas, ideas, eventos programados, citas, etc. entraron en la agenda de 2012.
Hago esta aclaración porque he detectado que muchas personas, y con ello, muchas organizaciones, se quedan dando vueltas en el 2011, que si fue un buen año, que si fue malo, que si perdieron, que si ganaron, que qué pasó, que hay que revisar, que no tienen vida pensando en los errores del pasado.
Cada año que pasa debe servir de aprendizaje, no de motivo para infligirnos latigazos, aunque no estoy en contra de los balances y evaluaciones, soy una convencida de que los líderes organizacionales deben imprimirle un aire nuevo a cada año, lo errores del pasado, son eso, errores; y deben ser superados una vez empieza un nuevo ciclo. No hay nada peor que actuar en las empresas como la esposa intensa que NUNCA olvidó o perdonó los errores del esposo.
Hay que recibir todo lo bueno, y el resto, dejarlo pasar.
En el caso particular del nuevo 2012 colombiano, tendremos mucho más con que soñar pues estrenaremos alcaldes, gobernadores, concejales y diputados, las expectativas girarán en torno a ver el cumplimiento de promesas y palabras y a escudriñar lo que hacen para no ser tentados por el pecado de la codicia y la corrupción.
Así que ya le dije adiós a 2011 y le di la bienvenida al 2012!!!