lunes, 8 de agosto de 2011

EXPRESO BRASILIA CUMPLE 50 AÑOS

Medio siglo de vida y aún sigue renovándose, ojala todas las mujeres que llegarán a esa edad pudieran decir lo mismo. Creo que ni Carlos Vives, ni Barack Obama que cumplen 50 por estos días, se mantienen como Expreso Brasilia, nueva a pesar de sus 50 años andando por las carreteras de Colombia.

Claro está, hay que reconocer que desde hace 10 años para acá, las cosas entraron en el rumbo adecuado para mantenerla vigente hacia el futuro, y gran parte de ese logro está en manos de un hombre de bajo perfil pero con toda la experiencia en sacar adelante procesos empresariales y reconocido por su conocimientos administrativos, económicos y financieros, el es Mario Rodríguez Escallón, un bogotano que ama el Caribe Colombiano, un economista e historiador al que le fascina el mar y cuya familia (su esposa y dos hijas) se han hecho adoptivas de Barranquilla y Cartagena.

Mario ha impulsado dentro de la empresa temas de trascendencia para su desarrollo como lo es, la planeación estratégica, sistemas integrados de gestión, mercadeo, servicio al cliente y comunicación organizacional, todo centrado en lo que él considera es el corazón de Brasilia, su gente, sus empleados hacen de Brasilia lo que es hoy en día.

Yo lo puedo decir con todas mis fuerzas, trabajé por tres años en esta empresa y me recibieron con los brazos abiertos, me despidieron con lagrimas y aún sigo teniendo grandes amigos allí. Desde el portero, las aseadoras, los conductores, los auxiliares, los directores de agencias, los jefes de áreas, todos y cada uno son especiales. Brasilia es una gran familia por dentro, es cálida, es receptiva, es unida y saben gozarse la vida aún cuando "Don Mario" como le dicen al gerente, les llame a preguntarles cómo van las ventas y si no tienen a mano las cifras llega la pregunta clásica "¿Cuál es el número de su cédula?", "así debe conocerse las cifras de la empresa y de su agencia" ellos, los directores de agencia se ríen y gaguean, pero terminan contestándoles las preguntas al acucioso gerente. 

Cuando se trabaja en Brasilia hay que estar como los Boy Scoutt, ¡siempre listos! una llamada, una pregunta, un proyecto, un pasajero, una reunión, miles de cosas suceden a la vez y muy pocos cogen fuera de base a sus empleados.

Tengo un recuerdo muy grato de la calidez de la familia Brasilia, a los seis meses de haber empezado a trabajar con ellos en el año 2004, falleció mi papá y ellos, como si me conocieran de toda la vida, acompañaron a mi familia, llegaron hasta las funeraria y se quedaron conmigo,  los jefes, los subalternos, aún pusieron buses al servicio de la funeraria, fue maravilloso sentirme acompañada en esos momentos difíciles y eso nunca lo podré olvidar. Como tampoco olvidaré lo rico que se aprende al lado de Mario Rodríguez, el es un maestro por naturaleza, se toma su tiempo y explica a quienes no conocen del tema, su lado docente siempre está a flor de piel y no le da pereza invertir tiempo en que todos conozcan lo que deben conocer.

Mis preciosos recuerdos de risa y chistes con Juan Soto, Peter Flag (Pedro Bandera), el brinca corto de Alberto ferrucho, mi días de disertación con Abelito Duarte, la Chachy Castillo (mejor conocida como Menchy), Vilma, Lucho, Oscar Páez, Xenia, Patri, Margui Quintero y de Silvestri, Zule, Yamile, tantos y tantos que sería terrible no poderlos mencionar a todos, pero el tiempo y el espacio no alcanzan.

Gracias Brasilia por cumplir 50, gracias Brasilia porque cada día te esfuerzas por mejorar para que podamos seguir viajando ¡por las rutas de mi Colombia!

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